Al reloj con sus rígidas señales,
a las siglas convenidas y ese rictus
que amedrenta los símbolos vitales.
Sí, ya estoy aquí,
vedme desnuda de toda rebelión,
de todo intento,
del fuego primordial de la esperanza,
fracción de vida con su perfil anónimo.
Ya enjaulé mis ensueños migratorios,
exilié mis verdades insurgentes,
ahuyenté mis fantasmas libertarios
y renegué demis locuras esenciales.
Ya soy de nuevo la cifra en el rebaño,
la postulante de toda cobardía, os invito, sin rencor,
al gran evento, de mis remordimientos y nostalgias.
Alba Uribe
1 comentario:
hola moniii
me encanta este poema, no sabía para que lo querías, ahora lo sé...
jajaja
beso jlau
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